miércoles, 10 de agosto de 2011
Carta a Hermógenes Pérez de Arce
Señor Pérez de Arce:
Le escribo, ya que por casualidad, llegó a mis manos la carta que escribió a Camila Vallejos t me gustaría, supiera lo que pienso.
Primeramente encuentro que su mención al señor Gajardo en el saludo de su carta no viene a lugar, ya que la minuta en cuestión es para Camila y no para él. Además creo que las palabras de éste no fueron más que un desacierto al momento de ejemplificar un suceso, lo mismo que nuestro Presidente, al decir que “la educación es un bien de consumo”.
También siento que no viene a situación mencionar “la argollita de la nariz” o “el verde de los ojos” de Camila, ya que cada cual es libre de presentarse como quiera en tanto que no agreda a otro, estando éste en desacuerdo o no. Que “hable de corrido, pero solemnes tonterías” es una gran descalificación, ya que debemos ser tolerantes con las opiniones de los demás.
Bueno y ahora hablando de los mas importante. Lo que busca el movimiento (y no los dirigentes únicamente) es que la educación la proporcione el Gobierno y no los particulares. Si se ha demostrado que el Estado es peor educador que los particulares es debido a la mala política educacional que existe, puesto que Finlandia se evalúo como la mejor educación y ésta es 99% estatal (aunque para el Ministro de educación, esto sería un retroceso).
Cuando dice que los profesores no accederían a dar clases “por bolitas de dulce” encuentro insólito que lo mencione y lo compare con el lucro que existe en la educación, ya que es el trabajo de ellos y el sustento que les pertenece como derecho por cumplir un rol en la sociedad (el de educarla). Creo mas acertada la semejanza del lucro en la educación con el sueldo de un diputado o senador, que el de un profesor, puesto que los primeros ganan millones viendo su propio beneficio (en vez del beneficio del pueblo) al igual que aquellos que lucran con las posibilidades de obtener enseñanza.
Cuando en el movimiento (si, insisto con eso) se habla de que “la constitución garantice la educación gratuita, pública y de calidad” se está pidiendo precisamente eso, no sólo que se escriba, sino que se cumpla. Y ese deber es de los políticos.
A pesar de no ser de la misma corriente política que Camila (de hecho no sigo ideología política alguna, porque como usted dijo “el cumplimiento de las promesas nunca ha sido un problema que preocupe demasiado a los políticos” y sólo buscan votos, tanto gobierno como oposición) tengo la intuición (porque decir certeza como usted me parece presuntuoso) que ella no llegara a la misma conclusión que usted, pues “esos colegios, institutos o universidades que serán fundados por particulares que tengan vocación de enseñar” serán muy pocos, porque la mayor vocación que existe es enriquecerse a costa de los demás, por lo que no “competirán para ser los mejores” sino que para captar más “clientes”.
Y lo último, si Ministerio no sabe hacer buenos programas, creo que sería conveniente sacar a aquellas personas incapaces de realizar su trabajo (no sólo cambiarlos, como está siendo la tónica de este gobierno) y colocar a la gente que si proporcionará un BUEN PROGRAMA EDUCACIONAL.
No espero que conteste, sólo que la lea y comprenda, así como usted le pidió a Camila (que vuelvo a insistir que no es la que pelea, sino que es un movimiento social completo).
sábado, 28 de mayo de 2011
4 años
Ya queda tan poco para terminar la estadía de las aulas dentro de la universidad. Siento que el tiempo ha pasado tan rápido, aún recuerdo el primer año de universidad donde creía que no podría avanzar más que biología (mi tortura por siempre) y ahora veo que estoy a punto de terminar cada uno de mis ramos.
Es increíble pensar todo lo que aprendí en estos años, que los principios de la alimentación en un RN son qué, cómo, cuándo, cuánto y cuántas veces darle o que la primera ecografía en un embarazo es ideal hacerla antes de las 12 semanas de gestación, pero también aprendí que ser autoexigente no es tan bueno como pensaba, que de vez en cuando hay que darse un descanso y que mejor que hacerlo junto a todas aquellas personas que quiero. Mi familia fue un pilar fundamental para soportar todo lo que pasó en estos años, tanto lo bueno como lo malo, siempre sus oraciones, sus consejos y abrazos estuvieron cuando los necesite. Mis amigos, los que conserve desde el colegio, como a esos que conocí en Independencia 1027, a pesar que algunos por circunstancias de la vida no siguieron formando parte de mi círculo, todos añadieron algo a este aprendizaje. Otros se fueron integrando con el paso del tiempo.
Doy gracias a Dios por todo lo que he vivido, aprendido y por todo lo que me ayudó y me ayudará en lo que viene.
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